De la mano de su líder, Messi, la Albiceleste construyó a base de esfuerzo un trascendental triunfo de 2-0 frente a los ‘aztecas’, que le permite volver a la vida en Catar 2022 y luchar, en el último partido del grupo C, con la Polonia de Lewandowski, el miércoles 30, por su pase a los octavos de final. Un triunfo la haría terminar como líder de la serie y evitaría el choque con Francia en la siguiente fase.

Tras una primera etapa disputada, en la que ambas escuadras no se dieron tregua, Argentina, impulsada por más de 40,000 hinchas en las graderías, comenzó a imponer condiciones. Es allí que apareció Messi, cual genio que emerge de la lámpara, para abrir el marcador con un golazo, a los 64 minutos. Recibió un pase de su socio Ángel di María, se acomodó el balón con control y sacó un zurdazo seco pegado al poste para hacer vibrar al majestuoso coloso. Luego, el astro del PSG brindó una asistencia para que Enzo Fernández, en el 87’ con un disparo cruzado, selle el 2-0.

“Era un partido complicado para levantarnos porque México juega bien. El primer tiempo lo jugamos con intensidad y en el segundo nos calmamos y volvimos a ser nosotros. Sabíamos que había que ganar, que arrancaba otro mundial para nosotros, y lo supimos hacer”, sostuvo Messi.

El seleccionador argentino, Lionel Scaloni, quiso restar relevancia a la expectativa y la presión que se genera alrededor de un partido de fútbol.

“Habría que tener un poco más de sentido común. Es un partido de fútbol. Las sensaciones de que te estás jugando algo más que un partido de fútbol no las comparto. Tenemos que corregirlo. Las sensaciones son de alegría, pero se acabó el partido y ya está. Mañana hay que preparar el próximo cotejo. La alegría dura muy poco. Hay que tener un equilibrio cuando se gana y se pierde”, dijo.

Sobre Messi, declaró que “tiene que disfrutar del mundial. Hasta los hinchas mexicanos disfrutan de él. Con la humildad que hay que tener. No hicimos nada aún. Un tropiezo como el del otro día nada puede empañar”.

Así se resuelve la serie

Una victoria ante Polonia, el miércoles 30, dejaría casi segura a Argentina como primera del Grupo C para los octavos de final, excepto si Arabia consigue ganar a México por dos goles más de lo que lo haga la Albiceleste.

Pero si iguala con los polacos, se clasificará para octavos como segunda del grupo si mexicanos y los árabes empatan. También lo lograría si los ‘aztecas’ consiguen el triunfo, pero por menos de cuatro goles. Puede quedarse fuera si Arabia vence a México y llega a los seis puntos. Y si Argentina pierde con Polonia, supondrá la eliminación del mundial del conjunto de Scaloni.

Por su parte, la escuadra mexicana necesita ganar y que Argentina golee a Polonia para aspirar al segundo lugar de la serie en la que es determinante la diferencia de goles para los intereses del conjunto de Gerardo Martino. México debe hacer tres goles al menos en su próximo partido.

Polonia será primera del grupo si gana a Argentina y el empate también asegura su clasificación. Si pierde, quedará en manos de lo que suceda en el otro choque del grupo; un triunfo de Arabia, la dejará fuera.

Arabia, si se impone a México, también accederá a octavos; el empate le dejaría pendiente del duelo entre Argentina y Polonia; y la derrota, fuera.

Lewandowski rompe maldición

Polonia ascendió al primer lugar del Grupo C tras vencer 2-0 a la sorprendente Arabia Saudita, pero lo más resaltante fue que uno de los delanteros más letales que existen en el fútbol, Robert Lewandowski, quien ya había disputado cinco partidos en dos mundiales, convirtió su primer gol en una Copa del Mundo, situación que hizo derramar lágrimas al ariete del Barcelona.

“Creo que cuanto más mayor me hago, más me emociono. Soy consciente de que puede ser mi último mundial y quería poder decir que he jugado y marcado en mundiales. La importancia del gol y la forma en que lo marqué hicieron realidad todos mis sueños de la infancia”, sostuvo un emocionado Lewandowski.

El goleador, un futbolista con más de 600 goles en carrera, no pudo evitar emocionarse ocultando su rostro en el césped durante unos segundos rodeado de sus compañeros. El polaco todavía tuvo otra oportunidad de ampliar su cuenta ante una Arabia Saudita que ya espera a México el miércoles para una última jornada de infarto.

El partido entre Argentina y México registró 88,966 espectadores en las gradas; es el encuentro con más asistencia en un Mundial desde la final de Estados Unidos 94 (94,194 espectadores).