Países europeos deseaban que presidentes latinoamericanos condenaran invasión rusa.
La cumbre de Bruselas entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluyó con una declaración que expresa “preocupación” por “la guerra contra Ucrania”, pero evita referirse a Rusia, tras arduas negociaciones que no consiguieron consenso con Nicaragua.
Bruselas, Bélgica
AFP
Esa disputa centró buena parte de los dos días de discusiones que pretendían revitalizar los vínculos entre la UE, de 27 países, y los 33 de la Celac, y relegó a segundo plano un importante anuncio de inversión europea, así como un encuentro articulado por Francia entre el Gobierno y la oposición de Venezuela y los debates sobre los desafíos del cambio climático. Por último, los dirigentes expresaron su “profunda preocupación por la actual guerra contra Ucrania, que sigue causando un gran sufrimiento”, sin ninguna referencia a Rusia, en pleno conflicto entre los dos países desde que las tropas de Moscú invadieron la otrora república soviética en febrero del 2022.
Mención
El bloque europeo, que respalda financiera y militarmente a Ucrania, insistió en incluir en el texto final una mención a ese conflicto que trastornó las relaciones internacionales e impactó en la economía mundial.
El texto del documento recibió el apoyo de 59 de los 60 países participantes en la cumbre. Por la tarde, el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que “Nicaragua se resiste a firmar el texto”.
La declaración indica asimismo que esta “fue suscrita por todos los países con una excepción, debido al desacuerdo con un párrafo”.
Nicaragua es uno de los siete países que en febrero votó contra una resolución de la ONU aprobada por 141 votos a favor que exigía la “retirada inmediata” de las tropas rusas de Ucrania.
El empantanamiento de las negociaciones sobre una fórmula de consenso evidenció el reto de acordar posiciones entre la UE, un bloque sumamente institucionalizado, y un foro heterogéneo como la Celac.
“La inmensa mayoría de los países de la Celac condenamos en Naciones Unidas la invasión rusa”, dijo en la rueda de prensa final el presidente argentino, Alberto Fernández.
El primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, que ocupa la presidencia pro tempore de la Celac, restó importancia a la omisión de una mención a Rusia.
“Hay una reafirmación de posiciones y marcamos todos los casilleros. No significa que haya que ir a bailar la lambada desnudo cada vez que se plantea un tema. El lenguaje está ahí”, señaló, criticando igualmente las sanciones impuestas por las potencias occidentales a Rusia.
Discrepancias
Las discrepancias sobre Ucrania y la solución al conflicto quedaron patentes en los discursos de la primera jornada, pero a su salida Macron destacó el papel del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmando que es “de los que tienden puentes”.
Lula fue criticado en el pasado por las potencias occidentales por su postura a favor de “una paz negociada” y su oposición a las sanciones, reiterada durante la cumbre. La UE y la Celac reconocieron y lamentaron “profundamente” el sufrimiento “incalculable” infligido a millones de hombres, mujeres y niños como resultado de la trata transatlántica de esclavos.
Inversión
La UE buscó allanar un acercamiento entre las dos regiones con el anuncio el lunes de un plan de inversión de 50,560 millones de dólares, mediante el programa Global Gateway.
Un plan con el cual la UE busca ejercer un contrapeso a la creciente presencia de China en América Latina.
La expectativa inicial era que la cumbre sirviera de escenario para firmar el acuerdo de la UE con Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), atascado tras una serie de negociaciones que comenzaron hace más de dos décadas.
El tema de la deforestación y las cuestiones ambientales son uno de los escollos para ese acuerdo. La presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, expresó su expectativa de que la negociación llegue a buen puerto en el segundo semestre de este año.